Declaración del Obispo Edward J. Weisenburger, Obispo de Tucson, 24 de abril de 2018
Ayer, 23 de abril, se emitió una decisión judicial profundamente preocupante en relación con el agente de la Patrulla Fronteriza asignado a la zona de Nogales que disparó varias veces hacia el otro lado de nuestra frontera con México matando a un joven de 16 años el 10 de octubre de 2012, y ese dictamen plantea serias cuestiones de justicia y rendición de cuentas. Aunque tenemos el privilegio de vivir en una nación cuya grandeza está arraigada en su democracia y en el trato justo de todos, decisiones como ésta revelan que nuestras instituciones democráticas no están libres de fallas y, ocasionalmente, de injusticias graves. Me siento unido por un vínculo fraterno y solidario a la familia de José Antonio Elena Rodríguez y a todos los que no han logrado la clase de justicia auténtica que es la piedra fundamental de nuestra nación.
Si bien esta cuestión está mayormente relacionada con las fuerzas del orden público, también es un recordatorio más de nuestro fallido sistema de inmigración. La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, junto con la Conferencia Católica de Arizona, continúa firme en su compromiso de instar al Congreso para que apruebe una reforma migratoria integral. Los valores clave de esta reforma son: (1) la afirmación de la dignidad humana de todas las personas, independientemente de su estatus legal, (2) el derecho de tener una frontera bien regulada, (3) el derecho de las personas a inmigrar, y (4) un proceso organizado de recepción de nuevos inmigrantes cuya inalienable dignidad humana siempre debe ser respetada.
Debemos tener presente que los agentes de aduanas y fronteras a menudo se encuentran en situaciones de gran peligro. También es cierto que sus acciones a veces han salvado vidas que corrían graves riesgos. Confiamos en su alto nivel de profesionalismo e integridad. No obstante, y con el debido respeto, pido un continuo escrutinio de los métodos y procedimientos empleados por quienes protegen las fronteras de nuestro país, un sistema de rendición de cuentas transparente, un renovado sentido de la dignidad y el trato humano de todas las personas sin importar su estatus legal, y una justicia auténtica cuando se han negado los derechos humanos.
+Edward J. Weisenburger
Obispo de Tucson
Convocatoria sacerdotal
Estamos a mitad de nuestra Convocatoria Sacerdotal anual. Nuestro presentador, el Padre Felix Just, S.J., comenzó la sesión del martes por la tarde con una presentación sobre "Evangelización y prédica: el ejemplo del Papa Francisco". Ayer asistimos a su presentación "Proclamando al Jesús del Evangelio de S. Marcos en el Leccionario, Año B". También oímos presentaciones de la Dra. Rosemary Celaya-Alston, directora de nuestra Oficina de Protección de los Niños, Adolescentes y Adultos y nuestro Departamento de Recursos Humanos. Además, hemos celebrado algunas reuniones importantes, que se nos facilitaron al tener a la mayoría de nuestros sacerdotes diocesanos reunidos en un mismo lugar.
Cabe señalar que la Convocatoria brinda varias oportunidades de oración y culto para elevar nuestro espíritu, y es una pequeña pausa en medio de las atareadas jornadas de trabajo de todos nosotros.
Esta noche celebraré con nuestros sacerdotes que cumplen aniversarios:
El Padre Stanley Nadolny, ordenado en mayo de 1968, celebra su 50ojubileo. Sirve en la Parroquia St. George, Apache Junction
El Padre Robert González, ordenado en junio de 1978, celebra su 40o jubileo. Sirve en St. John the Evangelist, Tucson.
...y los siguientes padres celebran 25 años de sacerdocio:
El Padre Martín Martínez, párroco en St. Rita, Vail
El Padre Raúl “Rudy” Rosales, en St. Bartholomew, San Manuel
El Padre John Paul Forte, O.P., al servicio en el Centro St. Thomas More Newmande la Universidad de Arizona.
El Padre Lawrence Sanders, C.Ss.R., párroco en Santa Catalina, Oro Valley.
El Padre Bartolomé Vázquez Johnston,párroco de Immaculate Heart of Mary, Somerton.
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Confirmaciones
Conferiré el sacramento de la Confirmación a jóvenes de las siguientes parroquias: San Martín de Porres (Sahuarita), San Felipe de Jesús (Nogales), St. Joseph (Hayden) e Infant Jesus of Prague (Kearney), así como a estudiantes del programa de Educación Religiosa de la Parroquia Our Mother of Sorrows (Tucson).